viernes, 18 de enero de 2013

Los pilares de la tierra y Un mundo sin fin

Recién acabo de terminar de leer estos dos grandes libros escritos por el escritor británico Ken Follet. Debo ser honesta. Empecé el primer libro de la saga ¨Los pilares de la tierra¨ con un poco de escepticismo. Los primeros capítulos me parecieron un poco vacíos y aburridos. Pero a medida que fui avanzando, fui conociendo a los personajes, me sentí parte de su historia y sufrí con la muerte de algunos de ellos. La forma en la que describe la construcción de la catedral, la arquitectura, los detalles y diseños cobran vida a partir de su narración. Esto es algo que realmente merece la pena aplaudir. No es fácil hacer descripciones tan vívidas sobre construcciones tan complejas como las de una catedral, pero en sus libros se denota el conocimiento que el mismo autor tiene sobre el tema.

Sin embargo, lo que más disfrute de Los pilares de la tierra, es la forma en la que da vida a los personajes. Yo sufrí con Aliena, con Tom y con Jack, y odié con toda mi alma al despiadado William y a su odiosa madre. Con una trama llena de mentiras, calumnias, odios, venganzas y asesinatos, ¨Los pilares de la tierra¨ logra llegar a la esencia del ser humano.

Cuando terminé la última página de este primer libro, de inmediato me embarqué en la segunda entrega ¨Un mundo sin fin¨. Me pareció que hubo elementos que se repetían, como por ejemplo: la heroína, el enamorado que está dispuesto a esperar pacientemente por su doncella, el déspota capaz de hacer lo que sea por alcanzar el poder, y otros elementos más. Los personajes no me parecieron tan cautivadores y avasallantes como en el primer libro, y no me enamoré de ellos. Sin embargo, este libro es mucho más crudo, con detalles escabrosos y hasta morbosos. Al parecer el autor dejó atrás algunas inhibiciones y se dejó ir por completo en lo que a ciertos episodios se refiere. Hacia el final del libro yo me retorcía y lo tiraba, horrorizada e incapaz de seguir leyendo, pero al segundo ya me encontraba nuevamente ansiosa por saber lo que ocurriría después.

Sin duda, vale la pena leerlos lenta y constantemente, disfrutando los paisajes y sufriendo con sus personajes.

jueves, 17 de enero de 2013

The Artist

Había escuchado muy buenos comentarios sobre esta película y por alguna razón esperé hasta este año para verla. Me pareció increíble la forma en la que, sin diálogos, logran mantener la atención de la audiencia. Sobre todo en estos tiempos en los que es necesario más que un simple guión para captar el interés del público. Como en las películas mudas, la música formó parte integral de este filme. Su inclusión estuvo tan bien hecha, que casi pasa imperceptible, a no ser por las emociones que logra evocar en los momentos clave, y es allí donde toma más fuerza. El actor principal, el francés Jean Dujardin realizó una actuación exquisita y sobresalió por sobre los demás actores. Realmente se merece todos los premios que ha recibido por su personificación de George Valentin, el famoso actor de películas mudas.

La atracción entre los dos personajes principales, George Valentin y Peppy Miller es evidente desde el principio. Un pequeño resbalón los hace cruzar miradas por primera vez, y, a raíz de una fotografía donde la joven aparece dando un tierno beso en la mejilla al actor, ella se ve atraída por ese mundo y decide intentar ingresar en él. Al parecer, entrar en ese negocio no era tan difícil como ahora. Ella fue solo necesitó entrar en el estudio y hacer un par de movimientos graciosos para ser tomada en cuenta en una filmación.

Durante uno de los rodajes, ella tiene la oportunidad de estar nuevamente cerca de su ídolo, e incluso bailar con él. Allí es donde  parece haber algo más entre los personajes, un cierto magnetismo que va aumentando a lo largo de la trama.

Pero la era del cine mudo está llegando a su fin, y los estudios cinematográficos se ven obligados a cambiar de dirección. Esto, George Valentin, no está dispuesto a aceptar. Pronto decide que no formará parte de este nuevo mundo, y gasta todos sus ahorros para filmar su propia película, la cual fracasa irremediablemente en taquilla. A partir de este momento, todo parece ir en picada para el actor. Un divorcio, la pérdida de su hermosa mansión, la venta de sus tesoros y la aceptación de que su carrera está terminada, lo hacen caer en una gran depresión que lo lleva al borde del suicidio. Peppy, por su parte, encuentra la fama en este nuevo nicho, y se vuelve cada vez más famosa y cotizada, aunque nunca logra olvidar su amor por George. Ella, al escuchar que su amado se encuentra en el hospital, corre a su lado y lo hospeda en su lujosa mansión. Al final, ella logra convencerlo de intentar entrar en el mundo del cine hablado, y juntos logran revivir su carrera.




miércoles, 16 de enero de 2013

¿A qué va?

Para los que se hacen esta pregunta, les comentaré de qué se trata este blog. En realidad es una especie de ejercicio para mí. Aquí pienso comentar sobre las películas o libros que he terminado recientemente, y que realmente merecen la pena mencionar por una u otra razón.  Espero que también sea un espacio de intercambio de opiniones, pues siempre es bueno conocer otros puntos de vista y aprender de los demás. ¡Qué comience la nueva aventura!